jueves, 31 de enero de 2008

Carlos Alonso. Artista.



El cuadro se titula “En la Pampa”, y nos posiciona en el lugar mismo de la acción, o más bien, en el fin de la acción, en sus resultados. El artista utilizó la técnica mixta sobre cartón, en un soporte de 45x36 cm. En ese espacio plasma un cielo que amedrenta, los diferentes tonos de grises son amenazas de tormentas y de fuertes vientos. Hay ondulaciones realistas en el cielo, pero también hay trazos rectos, que alejan la imagen de lo que puede ser considerado realista o naturalista.
La amenaza del viento adquiere otra dimensión cuando se contrapone con los yuyos y pastizales que están estáticos, se produce una especie de quiebre entre las dos dimensiones, la celestial y la terrenal. La rigidez y los tonos de las hierbas transmiten una sensación de violencia, no parecen plantas, sino elementos punzantes que cercan el cadáver que allí yace. Predominan los tonos blancos, grises y anaranjados, que junto con los huesos configuran una atmósfera espectral.
La muerte parece abarcarlo todo, desde el cielo hasta los cadáveres completamente corroídos por el tiempo y las fuerzas de la naturaleza. Todo se confunde en los grises y en la muerte, lo único que corta esa gama de colores y sensaciones es la luz que irradian los yuyos y los huesos, una luz propia pero ajena a la vez, cuyo origen es absolutamente desconocido. El único atisbo de vida aparece a través de las aves, pero también son aves de la muerte, grises, carroñeras, que vienen a cerrar el círculo mortal.

1 comentario:

roman dijo...

mas que en la pampa la critica nos llama a retitular la obra como el final, amenazas y fantasmas nos conducen a la sienaga espiral de la que nunca jamas saldremos